jueves, 22 de junio de 2000

El Presidente del CONICET, su Directorio y la realidad. Néstor G. Gaggioli, 22-06-2000.

Luego de las primeras declaraciones del señor secretario de CyT, los científicos y técnicos del CONICET esperábamos que tanto su presidente como el directorio desmintieran aquellas expresiones casi ofensivas para con nosotros. En particular las referentes a:
· La supuesta estabilidad de los investigadores y técnicos, como si esto fuera algo delictivo. Sugiriendo que tener un trabajo más o menos estable es algo negativo, y que por lo tanto habría que flexibilizarlo (¿?).
· La necesidad de evaluar a los investigadores (como si jamás se lo hubiera hecho) sugiriendo que de esta manera se corregiría lo delictuoso de tener cierta tranquilidad laboral, cuando lo real es que se hace una evaluación periódica de trabajos y publicaciones, siendo estas últimas evaluadas por jurados internacionales.
· Se alertó sobre grupos enquistados en el sistema o sobre evaluaciones excesivamente tolerantes (amiguismo), sin embargo, nunca se dieron nombres concretos ni se investigaron dichos comportamientos negativos, sino que se acusó en general, es decir a todos sin distinciones. Sobre el fenómeno del amiguismo, se habla desde siempre, pero en definitiva los que consiguieron equipar su laboratorio y subieron de categoría con los favores de los amigos, seguirán con dichos laboratorios y con su categoría. La experiencia demuestra que sin democratizar verdaderamente al CONICET todo este ruido sólo servirá para generar nuevas elites que aprovechen los mismos mecanismos negativos.
El presidente del CONICET, como cualquiera de nosotros, sabía que lo dicho por el Lic. Caputo no era cierto. Sin embargo, no hizo ninguna aclaración pública...

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