domingo, 10 de septiembre de 2000

La rentabilidad de la ciencia y nuestro futuro. Néstor G. Gaggioli, 10-09-2000.

A lo largo de los últimos treinta años TODOS los políticos han dicho que "la inversión en ciencia y la tecnología es clave para aumentar la competitividad económica y mejorar el bienestar de la población"(1). También agregaban, "los países que no pueden producir e incorporar conocimientos se exponen al estancamiento económico, a la pobreza crónica y a un futuro sin esperanzas"(2). Si bien estas declaraciones corresponden al gobierno actual, se podría escribir un libro con frases parecidas expresadas por casi todos los políticos, militares y pensadores argentinos en el lapso señalado más arriba.
Sin embargo, la realidad resultó siempre bastante diferente. Desde el año 1972 hasta la actualidad el producto bruto interno (PBI) creció a razón de 10.000 millones de dólares por año mientras que el porcentaje del mismo destinado a ciencia y tecnología (CyT) fue cayendo anualmente a razón del 0,03%...

(1) Lic. D. Caputo; "Programa para el financiamiento y organización del sistema de ciencia y técnica" (07/00), Secretario actual de Tecnología, Ciencia e Innovación Productiva.
(2) C. Alvarez y R. Ferraro; "Con el futuro no se juega", Clarín 22/05/00.

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domingo, 3 de septiembre de 2000

Los unos y los otros. Néstor G. Gaggioli, 03-09-2000.

Los primeros días de septiembre decía Zaiat en Página 12: "Hay un sonido especial cuando se escucha esa cuestión de la seguridad jurídica. Tienen una cadencia suave, respetuosa y académica cuando se trata de evaluar medidas que pueden afectar a ciertos sectores del poder económico. En cambio, tiene una resonancia brusca, indiferente y trivial cuando se refiere a aspectos que involucran a la gente común, a trabajadores. Resulta tan obscena esa diferenciación que llama la atención semejante desparpajo cuando se escucha a funcionarios y empresarios mencionar el caballito de batalla de la "seguridad jurídica" para defender privilegios de grupos económicos".
Esto me hizo reflexionar sobre esta curiosa democracia que estamos construyendo. En ella coexisten aquellos que tienen todos los derechos, aún los republicanos, y en general son los que mandan mediante alguno de los mecanismos conocidos y quienes intuyen por una infinidad de hechos, que no tienen casi ninguno y en general no les queda otra posibilidad que obedecer, soportando esa condición con bronca y con los dientes apretados. Los que tienen seguridad jurídica y los que no tienen ni justicia. Los unos y los otros...

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viernes, 1 de septiembre de 2000

Síntesis de las críticas al programa de Caputo. Néstor G. Gaggioli, 01-09-2000.

El Secretario de Tecnología, Ciencia e Innovación Productiva (SETCIP) transmitió a la opinión pública, a los Diputados de la Comisión de CyT de la HCDN, al Consejo Superior de la UBA un Programa para el Financiamiento y Organización del Sistema de Ciencia y Técnica (CyT), dicho programa consiste en una reforma del sistema de CyT que básicamente se reduce a una modificación del CONICET. Curiosamente, sólo después de esa operación política elaborada por un minúsculo grupo de personas y cuando se desató una tormenta de tal magnitud y permanencia en el tiempo como no se tiene noticias desde la época de Cavallo, comenzó a decir que iba a pedir la opinión de los integrantes del sistema de CyT. Mediante dicha reforma, el Lic. Caputo y sus asesores (que cobran dos o tres veces el sueldo de un investigador superior del CONICET) insinúan que en el futuro se resolverán muchos de los problemas del sector de CyT y que aumentará su presupuesto. Por ahora, nada, en el futuro apenas unas chirolas, algo no muy diferente a los slogans de campañas electorales.
Sin embargo, todo parecería ser una operación de acción psicológica para distraer la atención de la población y de ese modo continuar aplicando lo que falta de las sugerencias del Banco Mundial (BM) en el "célebre tratado" "Argentina, from Insolvency to Growth" (1993). En el que se decía: "Específicamente, el Gobierno debería considerar privatizar el CONICET para que de ese modo se logre la abolición de 5589 puestos de trabajo del sector público dado que las actividades de investigación y desarrollo pueden ser realizadas en las universidades públicas y privadas".
Mas allá de lo que dicen las autoridades de CyT y si la reforma es exactamente lo que sugería el BM o se le parece mucho, la realidad hoy en día es la siguiente:
· Se rebajan los sueldos de los investigadores, los técnicos y el personal administrativo.
· Se mantiene la reducción del presupuesto de CyT, tanto en lo que se refiere a la partida de sueldos como en la relativa a inversiones (equipamiento, etc.).
· La nueva carrera que se crearía, supuestamente para los jóvenes, lleva a la flexibilidad total de los investigadores que la integren.
· La actual carrera, que, con todos sus defectos, es un ejemplo para toda América Latina y ha dado pruebas de ser muy eficiente debido a que ha generado la única exportación de Argentina con tan alto valor agregado, continuará hasta desaparecer.
· EL FUTURO QUE PROMETE ES TRANSFORMAR A TODOS los investigadores EN BECARIOS. Mientras que sus asesores, teniendo o no estabilidad y sin ganar ningún concurso cobran unas veinte veces lo que cobraría un investigador-becario del futuro.

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